miércoles, 26 de junio de 2013

NEURONUTRICION




El gran lastre de la sociedad actual: la ansiedad. Y la ansiedad genera...hambre.
Esa sensación de estar con el estómago vacío aunque se haya comido hace poco y en abundancia...ese malestar apagado que se calma...comiendo.
La ansiedad es la respuesta del organismo para prepararse ante un peligro, una amenaza. Y para estar preparado para la reacción de huida o de ataque, es necesario tener energía: comer. Y energía rápida: glúcidos simples, azúcar: pasteles, chocolate...
Es necesario, antes de iniciar una dieta, analizarnos no ya físicamente, sino a nivel mental. ¿Estamos preparados? ¿Qué es lo que nos hace comer compulsivamente, entre horas, por qué tenemos siempre esa sensación de hambre? Una vez identificada la causa que provoca la ansiedad, debemos empezar por ahí: por atajarla. Asimilarla, hacerla consciente.
Entonces tal vez ya no se necesite la dieta.

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