Si os fijáis, normalmente, cuando nos quieren incluir en las medidas de peso standarizadas, el 90% de la población se califica como...con sobrepeso. Y curiosamente, ese peso de más es siempre de unos 5 kilos.
Pues este bendito sobrepeso puede ser la diferencia entre un bienestar fisiológico y una decadente supervivencia. Me explico.
He visto personas que tienen que realizar sacrificios dietéticos casi sobrehumanos para perder esos 5 kilos de más. Y casi siempre, este esfuerzo viene acompañado por desarreglos del carácter (irritabilidad, mal humor) y una tendencia a ser más vulnerable a las enfermedades tales como catarros, gripes y disfunciones gástricas.
En cambio, hay personas rellenitas, con formas, que comen con alegría, sin excesos pero sin restricciones, que se mantienen en ese margen considerado como sobrepeso y sin embargo disfrutan de una serie de ventajas a mi parecer muy a tener en cuenta: gozan de buen humor, de bienestar físico y psíquico y de una mayor resistencia a esas patologías leves que acosan a los amantes de las dietas.
Es un tema a considerar, del que ya algunos profesionales de la medicina se han percatado, y valoran que ese sobrepeso sea un factor incluso a tener en cuenta como factor de supervivencia frente a patologías más graves y recuperaciones más rápidas en postoperatorios.
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