El ser humano está acostumbrado metabólicamente a obtener proteínas a partir de la carne. Pero matar a otro ser vivo para ingerirlo despierta ciertos remordimientos que no todos saben asimilar. Así que se está buscando la manera de elaborar productos con aspecto de carne pero constituídos por proteína de otro origen. Se pretende usar madera de árboles e insectos para tal fin. La lástima es que parece no tenerse en cuenta que los vegetales son también seres vivos, como los insectos, pero la mayor separación filogenética parece adormecer consciencias. Aunque no guste, se seguirá viviendo a costa de la muerte de otros.
