Qué desagradable es la anosmia. Tres veces en mi vida he perdido el olfato y el gusto por sendos resfriados. Asusta porque parece que no se vaya a recuperar nunca más. Pero podemos echar una mano:
-ejercicios de olor: dos veces al día y durante diez minutos, sentados tranquilamente y sin nervios, oler varias sustancias aromáticas: café, aceites esenciales, plantas, especias. Hay que ayudar al nervio sensitivo recordando el olor y pensando que lo estamos oliendo.
-vinagreta de limón en ensaladas. La acidez de los cítricos estimula las papilas gustativas.
-crema de calabaza con especias y hierbas aromáticas: los alimentos tibios o calientes intensifican los sabores y aromas.
-tostada de pimientos y anchoas: éstas estimulan la salivación.
-tomar infusiones de cítricos o añadir unas gotas al agua de bebida.
-comer frutos secos, en especial pipas de calabaza: ricos en el indispensable zinc, necesario para el correcto funcionamiento del sentido del gusto.
-aderezar con picante: es un excelente estimulador del nervio gustativo y del olfativo.