SALMON MARINADO

Una exquisita manera de preparar un salmón sin cocinar con fuego. Eso sí, la pieza tiene que ser de primera calidad. Se necesita además azúcar y sal, y eneldo. El azúcar, mejor morena y de cristales grandes, rectangulares.
Basta con mezclar azúcar y sal en proporciones semejantes, y untar con la mezcla el salmón. Una buena dosis de eneldo es necesaria. Así bañado, el salmón se deja reposar 24 horas en fresco.
Al día siguiente, la exquisitez del plato tan sólo puede ser realzada por un blanco dulce.

CODILLO CON JUDIAS

Hay personas que necesitan carne para vivir. Su vitalidad depende de ello. Y si a la carne, -proteína y grasa-, la acompañamos de una legumbre como las judías,- hidrato de carbono por excelencia-, tenemos la comida que colmará las necesidades metabólicas de los organismos más exigentes energéticamente hablando. El manjar es aconsejable que se acompañe de un vino, que facilitará la disolución de los principios activos de esta comida, completa y saciante.

PATATAS PRUSIANAS

Ahí va una receta de unas patatas de rechupete que son plato único para un día de veranito.

Para dos personas:
-6 patatas grandes
-3 cebollas
-sal y perejil
-aceite de oliva para freir.

Se gratinan las patatas y las cebollas. Cuando estén hechas se les añade la sal y el perejil y se machacan, mezclando bien. Se toman entonces trozos de esta masa y se frien en el aceite de oliva bien caliente en la sartén, procurando que queden compactos.

Si a este plato lo culminamos con unos buenos melocotones de postre, y luego una infusión de te de jazmín, yo creo que podemos casi casi llegar al éxtasis gastronómico.

ENERGIA LIMPIA

En verano -y en cualquier otra estación - el que se complica en la cocina es porque quiere. Un plato único y completo: espirales de pasta con aliño de aceite, tomate a trocitos y olivada. La olivada se hace machacando olivas retirando previamente el hueso junto con perejil y pimienta, aunque la posibilidad de combinación con otras aromáticas está abierta: basílico, albahaca, otras especias...y un buen plato, fresco, acompañado de agua para beber y de postre alguna fruta, es energía limpia.